Sobre Pilar
Sobre Pilar
Pero, por encima de todo, soy humana, como tú. A veces me asedian las dudas. Como a ti. En ocasiones tomo el camino de mayor resistencia, y no veo el sendero que está perfectamente trazado delante de mí. Como tú. Y, muchas veces, el futuro se me presenta como un gran interrogante que me intimida. Como a ti. Pero, entiendo que somos nosotros mismos, tú y yo, los que nos imponemos todas esas limitaciones. Y nos bloqueamos. Porque somos humanos, y porque la vida, a veces, espera mucho de nosotros. También sé por experiencia que, es posible guardar los miedos y las dificultades en un cajón, tirar la llave, y no volver a abrirlo nunca más. Y, que ese día, el mundo parece totalmente distinto. Las posibilidades florecen. Crecemos infinitamente. Aprendemos lo que es Vivir con Mayúsculas. Como me sucedió a mí.
Hace muchos años, yo trabajaba en un laboratorio farmacéutico.
Era un trabajo rutinario, aburrido y poco satisfactorio. Quería abandonarlo, pero nunca lo hacía por falta de formación, dependencia económica y el miedo a lo desconocido y a la pérdida de seguridad.
Un día la empresa ofreció cursos de formación y me apunté a uno de euskera. Me fue bien, me sentí a gusto, motivada y competente en el aula.
Tenía una niña de 2 años, trabajo, y poca disponibilidad horaria, pero estaba animada y decidí seguir estudiando euskera en formato intensivo en la escuela de idiomas.
Me sentía bien. Muy bien.
Tanto que conseguí titularme con el Ega de un tirón en 4 cursos.
Y aquí empezaron los “¿y si…?”
La experiencia de estudiar y aprender, me había sentado estupenda. Sentía que me podía comer el mundo.
¿Y si… preparase el acceso a la universidad?
¿Y si… estudiase una carrera?
¿Y si…me matriculase en psicología?
¿Y si… hiciese un máster de Práctica Clínica en Salud Mental?
¿Y si…pudiese encontrar trabajo como psicóloga? ¿Te imaginas, Pilar?
Hasta entonces, todos esos “y si…”, me parecían fantasías. Ahora, se estaban convirtiendo en realidad.
Y gracias a esos retos que poco a poco fui superando, he tenido la posibilidad de tratar a personas muy distintas que se enfrentan a obstáculos muy distintos: desde ataques de pánico y ansiedad generalizada, hasta trastornos obsesivos-compulsivos, hipocondría, depresión, adicciones a drogas, alcohol, juego, internet, trastornos alimentarios como la bulimia o el sobrepeso-obesidad, relaciones interpersonales, problemas de autoestima, asertividad, diferentes tipos de fobias, etc.
Gracias a todos esos “y si”, estoy donde tenía que estar: aplicando la psicología, mi pasión, para ayudar a personas como tú a superar los obstáculos que la vida nos presenta a todos. Y, ahora que mi trabajo me ofrece la tan gratificante oportunidad de ayudar a otras personas a sentirse escuchados, seguros, y mucho más felices, solo me queda intentar encontrar un ratito para dedicarme a mis aficiones: el deporte, el senderismo, el viajar, y el compartir momentos especiales con mi familia y amigos.